1. Selección de la Carcasa: Al elegir cámaras de vigilancia, opta por carcasas fabricadas con materiales a prueba de explosiones, como metal, en lugar de plástico. Esta elección mejora la durabilidad de la cámara y la hace más resistente a daños. Además, considera la vulnerabilidad de las cámaras que sobresalen de paredes o techos. Para reducir el riesgo de manipulación y vandalismo, selecciona opciones ocultas como carcasas tipo domo o domo inteligente.

2. Instalación Estratégica: Durante la instalación de cámaras de vigilancia y carcasas protectoras, es crucial asegurarse de que no sobresalgan de paredes o techos. Siempre que sea posible, incrusta las cámaras de forma invisible en la estructura para mantener una apariencia discreta que sea menos propensa a llamar la atención y sufrir daños. Además, se debe prestar atención a la instalación de los cables de la cámara, que pueden enrutarse discretamente a través de la pared o el techo desde la parte trasera de la cámara o estar cerrados dentro de conductos de metal protectores.

3. Colocación Táctica: La ubicación ideal para las cámaras de vigilancia es en lugares ocultos que pasen desapercibidos para posibles vandalizadores. En casos donde esta ubicación no sea posible, montar las cámaras en posiciones elevadas puede servir como disuasión contra la manipulación y el vandalismo.

4. Implementación de Alarmas de Video Inteligentes: En casos donde las medidas mencionadas anteriormente pueden no ser suficientes, o si tu equipo de vigilancia cae frecuentemente víctima de vandalismo, es recomendable instalar sistemas de alarmas de video inteligentes. Estos sistemas son capaces de detectar la manipulación de las cámaras de vigilancia y activar señales de alarma, disuadiendo eficazmente a posibles vandalizadores y minimizando pérdidas potenciales.
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