Para entender esto, es crucial considerar la construcción de las cámaras de vigilancia. La mayoría de las cámaras de vigilancia modernas dependen de luces infrarrojas (IR) LED incorporadas para la visión nocturna. A medida que estas cámaras envejecen, la efectividad de las luces IR LED disminuye, lo que, a su vez, afecta la calidad de la imagen nocturna.
Por lo general, las luces IR LED tienen una vida útil de más de 20,000 horas, equivalente a aproximadamente 833 días de uso continuo si asumimos que están activas durante 8 horas cada noche. Sin embargo, dado que las luces IR LED solo se activan en condiciones de poca luz, pueden durar más de 6 años en términos prácticos.
Sin embargo, los sistemas de vigilancia están sujetos a actualizaciones y mejoras frecuentes, con mejoras menores cada 3 años y avances importantes cada 5 años. Como resultado, la necesidad de actualizaciones del sistema a menudo surge antes de que los componentes alcancen su vida útil máxima. Esta evolución tecnológica frecuente es un factor significativo que contribuye a la necesidad de actualizaciones del sistema incluso antes de que los componentes hayan envejecido por completo.
Para la seguridad en el hogar en interiores y exteriores, es esencial mantenerse al día con la última tecnología de vigilancia, ya sea mediante la actualización a nuevas cámaras, considerando opciones de cámaras inalámbricas o explorando funciones avanzadas como las cámaras de bombilla. El mantenimiento y las actualizaciones regulares son clave para garantizar un rendimiento y seguridad óptimos a largo plazo.