Las limitaciones del ancho de banda de red y la capacidad del servidor en los sistemas tradicionales de videovigilancia obligan al uso de tecnologías digitales de compresión elevada. Esta compresión puede provocar una pérdida de claridad en la imagen. Además, las redes tradicionales son susceptibles a interferencias del entorno circundante, lo que crea problemas para el procesamiento posterior. Para abordar estos desafíos, algunas organizaciones han tenido que invertir en redes de fibra óptica de alta velocidad para garantizar la transmisión de datos y la claridad del video. Aunque este enfoque resuelve problemas, también conlleva un aumento en los costos tecnológicos.
La evolución de la tecnología de vigilancia, que incluye la seguridad en el hogar tanto en interiores como en exteriores, cámaras inalámbricas y cámaras de bombilla, busca superar estas limitaciones, proporcionando capacidades de monitoreo y análisis más eficientes y efectivas.